Mañana se llevará a cabo en Cádiz uno de los grandes eventos de la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 (La Pepa): La celebración de una procesión magna, con dieciocho pasos cofradieros. Ahí es nada; dieciocho. Capillitas del mundo, uníos, que pregonaba el difunto Pepito Antonio.
Vaya conmemoración. Las copas y vasos de mañana no se llenarán con caldos de esta tierra o con la más moderna cerveza, no; se llenarán con las lágrimas de los capillitas que llegados de todo el orbe de la España profunda, y seguro que también del profundo extranjero, vendrán a rendir pleitesía a unos ídolos descarnadamente materiales.
Pues eso. Que se trata de la Constitución. De cualquier Constitución mínimamente nacida de quienes se aplica. No como el Codex Iuris Canonici.
Vaya manera de celebrar una Constitución. Parafraseando al que fue rector de la Congregación para la Doctrina de la Santa Fe, analfabetismo constitucional.
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