El ministro De Guindos (ojo, nótese que pongo la partícula de su apellido en mayúscula para que no sea el ministro de Guindos, cartera ésta aún por descubrir y que podría confundirse con la de Agricultura... o con la inexistente de Ciudadanía, claro) nos alegra la tarde con unas declaraciones dignas de la mejor ex ministra Salgado: Ve "rayos de esperanza" en las previsiones para 2013.
¡Pero qué manía de vender la piel de oso antes de cazarlo! (esto es un guiño, que no un guindo, al monarca del Reino de España). No queremos rayos de esperanza. Al igual que cuando nacían los supuestos brotes verdes, lo que queríamos es que nos contaran cuando germinaban, ahora lo que queremos - y esperemos que también sus votantes - no son rayos de esperanza: Queremos tener esperanza. Los rayos o para las tormentas, o para los dioses.
Algún día se prohibirán las hemerotecas (sería un gran argumento para una película futurista) Mientras tanto, para esta esperanza, coloquemos pararrayos.
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