lunes, 24 de octubre de 2011

Idiomas, dialectos, signos

Este amanuense tiene un descendiente que vive y trabaja en BCN (Barcelona!!) Cuando se fue a vivir a la condal urbe, mi preocupación era doble. Por una parte, que encontrara un buen trabajo; por otra, que aprendiera catalán, como medio (léase bien, "medio") de integración en la sociedad catalana.

Este excurso viene al hilo de las declaraciones del modelo/futbolista que se autondenomina "Guti", del españolísimo Gutiérrez. Ante un tuit en catalán, responde lo siguiente: Ése dialecto, ¿es polaco?.

Pues bien, sigo con mi descendiente. A las pocas semanas de estar en BCN, lo llamaron de una empresa de modas para trabajar. Una empresa pija, fina, potente, sólo para hombres. Mis inquietudes - cosas de mayores- eran del tenor niño, ¿podrás mantener una conversación en catalán?

Tras acabar la entrevista me llamó compungido. Papá, un desastre. No me admiten. No sé por qué, insistentemente, pensaba en el catalán. Se lo pregunté: ¿Te pillaron en el catalán, no?. ¡Qué va! toda la entrevista fue en catalán y me fue genial. Pero me hicieron una última pregunta en la que respondí sinceramente. ¿Qué te preguntaron?, inquirí cual padre azorado. Me preguntaron si era gay, y les dije que no. Entonces me dijeron que no podía trabajar con ellos porque no es lo mismo que un gay pueda asesorar a un cliente gay que si no lo es el vendedor.

No comprendí absolutamente nada. Me daba igual que mi hjo fuera gay como que no lo fuera, que vendiera ropa en tiendas gays o en tiendas hetero. Yo sólo quería que mi hijo fuera capaz de hablar en catalán.

Por eso, decir que el catalán es polaco, despectivamente... Las lenguas cooficiales tienen eso. Que son tan oficiales como las demás.

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