martes, 5 de junio de 2012

Romántica ilusión


Meses después, dos vidas avanzadas, en la cuarentena ambos, volvían a encontrarse.

Un aeropuerto, una espera al otro, ansias, la prohibición de fumar.

El reencuentro, vamos a echar un cigarro, en la puerta los besos son preferibles a los cigarros, los besos, uno detrás de otro.

Abandonada la maleta, abandonados los cuerpos, un cigarro ardiendo en cada mano.

Un chico de manera inesperada se acerca y con voz alegre dice: Perdonad, jóvenes, ¿me dáis fuego? Al observar la edad de los amorosos contendientes, que, interrumpidos en su grata lucha, separaron sus cabezas, intenta corregir: Bueno, señores... Bueno, chicos...

En un alarde de realidad, encendiendo con decisión su sonrisa y su mechero, ella le contestó: Mejor jóvenes maduros, ¿vale?

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