Hoy tenía una cita de nuevo en la Oficina de Empleo. Se trataba de una entrevista con una orientadora laboral. Pomposo nombre dada la situación de la economía y del mercado laboral español.
En definitiva, se trataba de una entrevista concertada (así se denomina ahora cuando te imponen algo) a la que debía acudir con todos mis méritos laborales y profesionales, en el caso de que los tuviese, claro. En la documentación que debías aportar debían figurar los originales de los estudios ultimados, de la vida laboral expedida por la Seguridad Social, de los posibles contratos de trabajo, cursos realizados, etc.
VV10 se planta con su título de licenciado, sus nombramientos y 253 certificados de títulos de cursos en los que he participado, que he impartido o que he organizado en los últimos años, publicaciones que tengo (no, el blog no lo aporté). También llevaba mi vida laboral actualizada.
Me siento ante la chica encargada del trámite. El trato, personalizado. ¿Qué tal está, VV10? Pues mira, hija, he tenido tiempos mejores. Mire, le hemos citado para ayudarle a hacer su curriculum. ¡Ah, qué interesante!, pero ya lo traigo hecho. No, verá, así lo podemos colgar en la web. Yo también puedo hacerlo; es una opción de su web. Sí, pero no me dirá usted que no es mejor que lo colguemos nosotros, me dice con cara de complicidad. Aún no entiendo cuál es la ventaja, pero bueno.
Empezamos. Primero, el título. Aquí está. Segundo, la vida laboral. Aquí está. Tercero, los nombramientos o contratos. Aquí están. Aquí aparece un contrato suyo del año 83 y del 96; no trae usted las copias. Mira, no, el del año 83 era una vendimia y el del 96 no lo encuentro, pero si aparecen en la vida laboral es porque existen ¿no? No lo siento, si no trae la copia del contrato o una nómina, no los puedo incluir. Vaya, ¿me está diciendo que podría haber falseado las altas en la Seguridad Social?. También he sido profesional libre. Nooo, eso no vale. Eso es fácil de camuflar.
¿Ha hecho cursos, VV10? Saco mi sonrisa de tiburón, aprestándome a morder a su presa, y le digo, aquí los traigo. No, le digo si usted ha recibido cursos como alumno. Pues no, o los daba yo o los organizaba yo. Lo siento, eso no nos vale. ¿Cómo que no vale?. No, sólo nos interesa la formación que usted haya recibido no la que haya impartido. Entonces, ¿mis publicaciones?. Lo siento, tampoco valen.
Le da a los clicks pertinentes en su ordenador y me dice, con lo que usted acredita, es usted un parado de escasa cualificación, VV10.
Con la autoridad que da el fracaso, como diría Francis Scott Fitzgerald, me levanté y le pregunté: ¿Me llamarán alguna vez más?. No, si hace algún curso de formación, puede incluirlo usted mismo directamente en internet. Que tenga un buen día.